Comencé a tocar el piano cuando aún mis pies pequeños no llegaban a los pedales. Recuerdo a la madre Mercedes cuando me colocaba las manitas en las teclas blancas porque en las audiciones del cole estaba tan nerviosa que las teclas negras y blancas se me hacían garabatos. La cosa se complicó cuando comencé los estudios en el Conservatorio, esos pequeños garabatos se convertían en retos que en ocasiones fueron acompañados de lágrimas. Luego llegó Ella y me dio fuerza en los dedos, sin olvidar que con la fuerza también se trasmite sensibilidad. Gracias, Inma.
Actualmente sigo interpretando, pero sin prisa, con pausas y sin presiones.
Quiero compartir este blog, especialmente con mis alumnos, en él intentaré exponer algunas de las obras que he interpretado o estoy montando actualmente con pequeñas reseñas del compositor y/o a la obra.


"Los intérpretes vivimos el momento. Nuestro trabajo consiste en dejar que las cosas pasen por ti, sin poseerlas, ni quedártelas"
Maria João Pires (pianista)


martes, 8 de enero de 2013

DUELO ENTRE MÚSICOS.
 




Durante los siglos XVIII y XIX  existieron cambios sociales que dieron lugar a la desaparición de los estamentos y la aparición de una nueva sociedad de clases. Surgen así nuevas reivindicaciones tanto en lo social como en lo político. ¿Cómo influía esta nueva situación en compositores-intérpretes de la época? Hasta entonces los compositores habían sido considerados simples sirvientes de su señor, normalmente un noble, un rey o un alto cargo eclesiástico. A partir de ahora, algunos como  Mozart, comienzan a reivindicar su independencia, convirtiéndose en compositores libres. Pero la competencia y la búsqueda del reconocimiento público llevaron a muchos de ellos a enfrentarse en los salones de conciertos con improvisaciones que apasionaban a la audiencia.
El 24 de diciembre de 1781 en la Corte de Viena, en presencia del Emperador José II de Habsburgo, tiene lugar un de esos duelos entre Mozart y Clementi. 
Meses más tarde, Mozart compuso esta Fantasía en Re, retomando algunos de los elementos utilizados en aquella improvisación, acordes arpegiados... 
La obra se divide en dos movimientos. El primero, andante, a través de los cambios rítmicos, precedidos en ocasiones de silencios prolongados, invitan al oyente a la imaginación del futuro pasaje.
Con su muerte prematura, ¿nos hemos perdimos al primer compositor romántico?
Interpretando el segundo movimiento vuelvo a descubrir a ese Mozart clásico.








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